Las cintas celestes y blancas, empleadas para distinguir a los partidarios del primer gobierno patrio, habrían sido elegidas para alejar cualquier sospecha de conspiración antimonárquica y profrancesa.
La banda celeste y blanca que usa el monarca español, don Juan Carlos de Borbón, en las ceremonias oficiales, es prueba suficiente de que tales colores representan a los Borbones, casa dinástica de origen francés, identificada desde un principio con los principios de la monarquía constitucional. Por tanto, mediante los colores celeste y blanco, los patriotas quisieron expresar o indicar en aquellas históricas jornadas que eran partidarios de la monarquía y no del liberalismo republicano de cuño francés y que además eran leales al Rey Fernando VII, entonces prisionero de Napoleón Bonaparte en la ciudad francesa de Bayona.
Ya en 1807, durante las Invasiones inglesas, se supone que regimientos constituidos por criollos (por ejemplo, los del Regimiento de Patricios o los Húsares de Pueyrredón) utilizaron escarapelas con los colores azul-celeste y blanco, pero no existen constancias documentales al respecto.